Mantener una relación a distancia puede ser un verdadero desafío. Se mezclan el amor y el compromiso, pero también la soledad y la frustración.
¿Cómo mantener la motivación en una relación de este tipo?
¿Cómo evitar que la llama de la pasión se apague con los kilómetros que nos separan de nuestra pareja?
¿Es posible seguir sintiendo mariposas en el estómago, aún cuando no podemos ver, tocar o simplemente estar al lado de quien amamos?
A través de mis propias vivencias y una extensa investigación, voy a compartir contigo 5 claves para mantener la motivación en una relación a distancia.
1) Aprende a disfrutar de tu soledad
Una de las claves para mantener la motivación en una relación a distancia, es aprender a disfrutar, cuando te encuentras a solas.
No, no me refiero a que te olvides de tu pareja y vivas como si estuvieras soltero.
Me refiero a que aprendas a valorar y aprovechar el tiempo que tienes para ti mismo.
Una relación a distancia te brinda la oportunidad única de redescubrirte, de aprender nuevas habilidades, de leer ese libro que siempre has querido leer o de simplemente disfrutar de un momento de tranquilidad y reflexión.
Si te sientes cómodo contigo mismo y sabes cómo disfrutar de tu propia compañía, no sentirás la necesidad constante de estar en contacto con tu pareja.
Esto evitará que la relación se vuelva asfixiante y te permitirá mantener la motivación a largo plazo.
Además, ser independiente y tener una vida propia es atractivo.
Cuando compartes con tu pareja tus logros, tus nuevos intereses o simplemente cómo pasaste un buen día por tu cuenta, estás mostrando una versión de ti mismo segura y emocionalmente fuerte. Y eso, créeme, es algo muy seductor.
2) Establecer metas y planes a futuro juntos
Una relación a distancia no puede sobrevivir sin un horizonte por el que velar. Un punto de encuentro en el futuro, donde ambos sepan que toda esta espera tendrá su recompensa.
Por eso, es crucial que establezcan objetivos de pareja en el corto, mediano y largo plazo.
Pueden ser tan simples como planear la próxima visita o tan complejas como decidir en qué ciudad van a vivir juntos.
Lo importante es que ambos estén comprometidos con estos planes y trabajen juntos para lograrlos.
Tener metas en común ayuda a mantener la motivación, porque te recuerda por qué estás haciendo todo esto.
Cada vez que te sientas desanimado o extrañes demasiado a tu pareja, piensa en esas metas y en lo maravilloso que será cuando finalmente las alcancen.
Además, planificar juntos fortalece su conexión. Les da la sensación de estar construyendo algo a la par, de estar caminando hacia el mismo destino.
Así que, si aún no lo han hecho, siéntense a conversar con la persona que amas y vive en la distancia sobre sus sueños a futuro. Seguro encontrarán en ello una fuente inagotable de motivación.
3) El poder de las cartas escritas a mano
En la era de las redes sociales y la mensajería instantánea, puede parecer anticuado hablar de cartas escritas a mano.
Sin embargo, este medio de comunicación tiene un encanto y un poder emocional que ningún mensaje de texto o correo electrónico puede igualar.
Puedes darte cuenta de ello con tan solo pensar que, durante la Segunda Guerra Mundial, soldados desplegados en el frente enviaban millones de cartas a sus seres queridos.
¿Cuánta emoción daban estas cartas a sus familias?
Además, a pesar de las circunstancias extremas, los soldados encontraban consuelo y motivación en estas cartas. Eran un recordatorio tangible del amor que los esperaba en casa y los ayudaba a mantenerse firmes.
En tu relación a distancia, una carta escrita a mano puede tener un efecto similar. Puede ser un recordatorio físico del amor de tu pareja, algo que puedes tocar y guardar como un tesoro.
Escribir una carta requiere tiempo y esfuerzo, lo que le da un valor adicional.
Asimismo, puedes agregar pequeños detalles personales, como tu perfume o un dibujo, que hagan de la carta algo aún más íntimo y personal.
4) Reconoce y acepta las dificultades
Una relación a distancia no es fácil.
Pasarás días enteros en los que sentirás que te falta el aire. Noches en las que desearías poder tocar a tu pareja y no podrás. Habrá momentos de soledad, de dudas, de frustración. Y eso es normal.
Es importante que reconozcas y aceptes estas dificultades. No intentes ocultarlas o minimizarlas. No te engañes a ti mismo diciendo que todo está bien, cuando no lo está.
En lugar de eso, permítete sentir esas emociones y luego compártelas con tu pareja.
La honestidad y la vulnerabilidad son fundamentales en un vínculo que mantienes a la lejanía.
Al compartir tus miedos y preocupaciones, estás permitiendo que tu pareja te conozca a un nivel más profundo. Y eso, a su vez, fortalecerá su conexión.
Además, al reconocer las dificultades, también podrás apreciar mejor los momentos de felicidad.
Sin embargo, está bien tener miedo, sentirse triste o frustrado. Lo importante es no dejar que esos sentimientos te consuman.
Acepta las dificultades, pero también celebra los pequeños triunfos. Y nunca olvides por qué estás haciendo todo esto. Es por amor.
5) Fomenta un espacio seguro para expresar tus necesidades y expectativas
En una relación a distancia, las expectativas pueden ser un campo minado, si no se manejan correctamente.
Una pequeña malinterpretación puede convertirse en una gran decepción, y una gran decepción puede llevar al descontento y al resentimiento.
Por eso, es vital prevenir estos problemas antes de que comiencen.
¿Cómo se siente tu pareja acerca de las videollamadas diarias?
¿Cuánto tiempo esperas que pase tu pareja respondiendo tus mensajes?
¿Cómo se manejarán las discusiones?
Estas son solo algunas de las muchas preguntas que debes considerar.
Al crear un espacio seguro para hablar abiertamente sobre estas cosas, estás previniendo posibles conflictos en el futuro.
Para ello debes estar dispuesto a escuchar sin juzgar. Esto significa aceptar que tu pareja puede tener necesidades o expectativas diferentes a las tuyas y que eso está bien.
También debes ser honesto acerca de tus propias necesidades y expectativas. Esto requiere valentía y vulnerabilidad.
Crear un espacio seguro para expresar tus necesidades y expectativas.
Para ello, ¿estás listo también para escuchar y respetar las necesidades y expectativas de tu pareja?
¿Estás dispuesto a negociar y encontrar un punto medio, donde ambos se sientan cómodos?
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