Amor y distancia. ¿Pueden coexistir juntos?
He estado lidiando bastante con esta pregunta y hoy me gustaría compartir contigo lo que he descubierto al respecto.
El amor, en su esencia, es conexión, comprensión y unión.
La distancia, en cambio, es separación. Entonces, ¿cómo pueden ser compatibles?
Creo que sí son compatibles, pero es cuestión de elección y compromiso.
Aquí comparto 8 reflexiones para entender el por qué y cómo lograrlo.
1) La comunicación es la clave
En toda relación, ya sea amorosa o de amistad, la comunicación es necesaria.
Pero cuando hay distancia de por medio, es aún más importante.
En una relación a distancia, las conversaciones y la información sobre la vida de cada uno ayudan a salvar las distancias.
Es como crear tu propio mundo virtual, donde la distancia no importa tanto.
Piensa en ello. Cuando están juntos físicamente, comparten experiencias y crean recuerdos.
Pero cuando están separados, esas experiencias compartidas pueden ser pocas.
Ahí es donde entra en juego la comunicación, que llena esos vacíos con palabras y emociones.
Pero recuerda que no se trata sólo de hablar. También se trata de escuchar.
2) La paciencia es una virtud
Ah, la paciencia. Es algo que probablemente todos desearíamos tener más, y tiene mucho protagonismo en una relación a distancia.
Te comparto una pequeña anécdota.
Cuando estaba en una relación a distancia, había momentos en los que deseaba adelantar los días hasta nuestro próximo encuentro.
Pero luego me di cuenta de que la espera formaba parte del viaje.
Me enseñó a tener paciencia e hizo que nuestros reencuentros fueran aún más especiales.
Como dijo una vez el famoso filósofo Aristóteles: «La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce».
En una relación a distancia, la paciencia no consiste sólo en esperar.
Se trata de comprender que el amor que compartes merece la espera.
Se trata de encontrar la alegría en la anticipación y el crecimiento en la distancia.
Recuerda que cada momento de separación es un paso más hacia el reencuentro.
Así que ten paciencia y aprecia la anticipación, eso hace que el reencuentro sea mágico.
3) La independencia empodera
Una de las mejores cosas que descubrí durante mi relación a distancia fue el valor de la independencia.
Cuando tu pareja está a kilómetros de distancia, a menudo tienes que arreglártelas solo en tu vida diaria.
Esto puede resultar agotador, pero también es una oportunidad para mejorar tu sentido de autosuficiencia.
Ser independiente no significa que tu pareja te importe menos.
Al contrario, te permite aportar más a la relación, porque no dependes solo de ella para ser feliz.
Recuerda que sentirte cómodo en tu propia compañía y crecer como individuo es tan importante como crecer como pareja.
En una relación a distancia, esto se hace más evidente. Así que aprovéchalo y deja que te fortalezca.
4) La distancia es cercanía
Espera ¿¡qué!? ¿Cómo es posible que estar separados físicamente acerque a 2 personas? Tranquilo, te lo explico.
En una relación a distancia, no puedes expresar tu amor de manera física.
Claro, es duro. Pero también te anima a encontrar formas nuevas y creativas de expresar tus sentimientos y mantener viva la chispa.
Aprendes a valorar las pequeñas cosas: un mensaje de buenos días, una carta sorpresa por correo o una noche de cine virtual.
Estos gestos que parecen insignificantes se convierten en grandes demostraciones de amor.
Además, la separación pone a prueba la confianza y el compromiso mutuo.
Sobrevivir a esta prueba puede reforzar el vínculo y acercarlos más que nunca.
Por eso, aunque la distancia los separe, puede acercarlos emocionalmente.
Por eso, el amor y la distancia pueden ser compatibles. Sólo hace falta un poco de creatividad y mucha confianza.
5) Aprende a confiar
Confianza, una palabra tan pequeña con un impacto tan grande.
Es la espina dorsal de cualquier relación, y en una a distancia tiene un papel aún mayor.
Recuerdo la primera vez que mi pareja y yo tuvimos que pasar un largo tiempo separados.
El miedo a lo desconocido puede ser paralizante. «¿Seguiríamos sintiendo lo mismo? «¿Resistiría nuestra conexión la distancia?».
Pero con el tiempo me di cuenta de que la confianza era nuestra aliada, no nuestra enemiga.
Confiar en tu pareja y confiar en ti mismo es la mitad de la batalla ganada.
Se trata de creer en el amor de tu pareja por ti, incluso cuando no está presente.
Se trata de cumplir las promesas y ser honesto.
Pero recuerda que esta confianza se gana con el tiempo y puede perderse en un momento.
Así que, cultiva la confianza en tu relación, cuídala y deja que sea el ancla de tu historia de amor a distancia.
6) No todo es color de rosa
Seamos sinceros. Las relaciones a distancia son duras. Pueden ser solitarias, frustrantes y, a veces, traer tristeza.
Tendrás días en los que echarás muchísimo de menos a tu pareja.
Días en los que los husos horarios son una molestia y lo único que quieres es oír su voz, pero está durmiendo al otro lado del mundo.
Días en los que ver parejas felices a tu alrededor hace que te duela el corazón.
Y no pasa nada por admitirlo. No pasa nada por tener momentos de debilidad, momentos de duda.
Eso no hace que tu amor sea menos real o fuerte.
Es esta honestidad cruda contigo mismo y con el otro lo que crea resistencia en tu relación.
Se trata de reconocer los retos y elegir luchar juntos para superarlos, porque lo que compartís vale la pena.
7) El poder de la esperanza
Cuando de amor a distancia se trata, la esperanza es un super aliado.
Es esa vocecita dentro de tu corazón que te susurra: «Sí, la espera merece la pena».
Durante mi relación a distancia, hubo momentos de duda total.
Pero el faro de la esperanza nunca se apagó. Era la luz al final del túnel, la promesa de un futuro juntos.
En una relación a distancia, la esperanza no consiste sólo en esperar el día en que se volverán a ver.
Se trata de creer en su amor y en su poder para superar los kilómetros que los separan.
Así que aférrate a la esperanza, aliméntala y deja que te guíe en los momentos difíciles.
8) No es para todos
Puede ser duro de aceptar, pero es la verdad.
Las relaciones a distancia no son para todo el mundo. Y eso las hace aun más especiales.
Necesitan de un nivel de compromiso, paciencia y resistencia que puede ser difícil de mantener.
Exigen confianza, comunicación abierta y mucha fuerza emocional.
Puede que lo intentes y te des cuenta de que es demasiado duro, demasiado solitario o que no es lo que quieres. Y no pasa nada.
No te hace débil ni menos capaz de amar. Significa que entiendes tus necesidades y límites, lo cual es una fortaleza.
Cada relación es única y lo que funciona para una puede no funcionar para otra.
Si una relación a distancia es buena para ti es una decisión que sólo tú puedes tomar.
Y elijas lo que elijas, es importante que seas sincero contigo mismo y con tu pareja.
¿Son compatibles el amor y la distancia? Sólo tú tienes la respuesta real a esta pregunta.
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