Convivir con tu pareja es un gran paso, una aventura que puede traer consigo momentos maravillosos y experiencias inolvidables.
Pero, ¿qué pasa cuando el encanto se termina, cuando la convivencia se convierte más en un problema que en una forma de estar más cerca? ¿O tal vez surge un trabajo inesperado y uno de los dos necesita irse por un tiempo? ¿Es posible volver a vivir separados después de haber convivido?
Lo primero que debes saber es que ésta no es una situación tan extraordinaria hoy en día.
Hay muchas parejas que deciden vivir separados y que han encontrado en ese esquema una solución para amarse profundamente y a la vez mantener su propio espacio individual. Con lo cual la respuesta es sí, se puede vivir separados después de convivir.
Pero no es tan simple como decidirlo y ya, hay ciertas cuestiones que deberás tener en cuenta para tener éxito en esta vuelta a las vidas independientes.
A continuación te comparto las claves del éxito para lograr mantenerse conectados a pesar de decidir volver a vivir en casas separadas.
1) Reconocer la situación
El primer paso si se están planteando volver a vivir separados, es reconocer que algo sucede.
Si la convivencia no está resultando como esperaba, vivir en negación solo postergará lo inevitable y, a menudo, puede agravar la situación.
La realidad puede ser compleja y es normal tener miedo a enfrentarla, pero el cambio podría significar una nueva y mejor etapa para la pareja.
Este es un punto en el que debes preguntarte sinceramente si volver a vivir separados es la verdadera solución para sus inconvenientes. ¿Amas a tu pareja pero sientes que sus vidas se alineaban mejor cuando vivían separados? o en caso que tengas una propuesta en el extranjero, ¿Es posible reorganizar sus vidas, para tolerar un tiempo a la distancia? Entonces tal vez sea la decisión correcta.
Ten en cuenta que cuando uno de los dos plantea este interrogante, puede ser difícil para la otra parte no sentir dolor o rechazo.
Pero en realidad no hay nada malo en preguntarse estas cosas. Lo importante es hablar sinceramente y ser claros sobre los sentimientos que siguen intactos.
Los esquemas de relaciones tradicionales no tienen por qué ser los únicos posibles, tal vez vivir separados después de haber convivido sea la respuesta para ustedes.
2) Habla con tu pareja honestamente
Como en cada situación que enfrentan las parejas, mantener una comunicación abierta y honesta con tu pareja es vital.
Aunque te resulte difícil hablar sobre tus sentimientos y tus inseguridades, esto puede ayudar a ambos a entender mejor la situación.
Quizás te sientas tentado a mantener tus pensamientos para ti mismo en un intento de proteger a tu pareja o evitar enfrentamientos. Sin embargo, esta estrategia puede llevar a malentendidos y resentimientos.
Tu pareja no es una lectora de mentes. Si no hablas abiertamente sobre lo que estás sintiendo, es probable que no entienda por qué te comportas de cierta manera.
Además, darle la oportunidad de expresar sus propios sentimientos puede proporcionarte una perspectiva valiosa.
3) Definan sus expectativas y necesidades
Si finalmente deciden que lo mejor es volver a vivir separados, es importante que definan cuales son sus expectativas en cuanto a la relación a partir de este cambio.
¿Con qué frecuencia necesitan verse, cómo se comunicarán para satisfacer las necesidades mutuas de contacto o bien cómo manejarán las finanzas compartidas? Cuantas más cosas dejen en claro, mejor será la transición.
Lo que definan debe ser realista y debe reflejar las necesidades y deseos de ambos.
Es esencial que haya un compromiso mutuo para seguir estas pautas, ya que esto ayudará a evitar malentendidos y conflictos en el futuro.
4) Den prioridad al tiempo de calidad juntos
Vivir separados no significa que la relación deba sufrir.
De hecho, puede ser una oportunidad para enfocarse en la calidad del tiempo que pasan juntos, en lugar de la cantidad.
Planificar citas regulares o escapadas de fin de semana puede ayudarlos a mantener viva la chispa y asegurar que ambos se sientan valorados y amados aún después del cambio.
Es importante que estos momentos juntos sean una prioridad y no se vean opacados por las rutinas diarias o las obligaciones.
Al final de cuentas, habrán recuperado sus espacios individuales, ahora toca esforzarse para estar bien juntos.
5) Aprovechar la tecnología
En la era digital, la tecnología puede ser una herramienta poderosa para mantenerse conectados, incluso cuando están físicamente separados.
Ahora que no se ven todos los días, los mensajes de texto, videollamadas y redes sociales pueden ayudar a que se sientan más cerca y participen en la vida cotidiana del otro aún sin la convivencia.
De todas formas, es importante encontrar un equilibrio y no depender únicamente de la tecnología para la comunicación.
Las interacciones cara a cara son insustituibles y deben ser una parte importante de la relación.
6) Disfruten de su espacio personal
Una de las ventajas de vivir separados es que cada uno puede disfrutar de su propio espacio y tiempo para sí mismo, así que aprovéchalo. También es importante respetar este espacio y no invadirlo sin invitación.
Este cambio que ambos han decidido los invita a reconocer y valorar la importancia del tiempo a solas.
Este respeto mutuo por el espacio personal puede fortalecer la relación y promover un mayor sentido de independencia.
7) Reevaluar la situación regularmente
Las circunstancias y los sentimientos pueden volver a cambiar con el tiempo. Con el tiempo tal vez las cosas se acomoden y decidan que tal vez quieren volver a intentar la convivencia.
Por eso, es importante reevaluar regularmente la situación y asegurarse de que ambos sigan estando contentos con el arreglo de vivir separados.
Es buen idea discutir abiertamente si ambos creen que la relación está prosperando bajo este esquema o si es necesario hacer ajustes.
Estar dispuestos a adaptarse y ser flexibles puede ser clave para el éxito a largo plazo de la relación.
En conclusión, vivir separados después de haber convivido puede ser una decisión valiente y beneficiosa para algunas parejas.
Al abordar la situación con honestidad, comunicación abierta y respeto mutuo, es posible mantener una relación sólida y amorosa, incluso cuando no comparten el mismo techo.
El valor de la autonomía
Para concluir, quiero hablar sobre el valor de la autonomía.
Cuando estamos en una relación, especialmente una en la que compartimos un espacio con nuestra pareja, podemos olvidar lo poderoso que es ser autónomo.
La autonomía no solo se trata de ser independiente a nivel financiero o físico, sino también emocionalmente.
¿Qué significa esto? Significa poder estar solo contigo mismo y sentirte en paz.
Es poder tomar tus propias decisiones sin tener miedo a la desaprobación de tu pareja. Es poder amarte y cuidarte a ti mismo, incluso cuando no tienes a nadie más a tu lado.
Vivir separados después de convivir puede ser una oportunidad para redescubrir tu autonomía. Te da la posibilidad de aprender a valerte por ti mismo, de entender tus necesidades y deseos y de tomar el control de tu vida.
Entonces si crees que es lo correcto para ustedes, ¡adelante!
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